El
texto de Nathan Wachtel muestra cuatro aspectos sobre la desestructuración de
la cultura y la vida de los indígenas luego de la conquista española. También
observamos el grado de traumatismo que estos ocasionaron en la población
indígena, pues los españoles impusieron un nuevo estilo de vida y obligaron a
abandonar creencias y costumbres propias muy importantes.
La
desintegración de la cultura inca se debe a que en el proceso de conquista, los
españoles utilizaron como medio de opresión a la violencia sobre indígenas y
les fueron impuestos medios de interacción totalmente diferentes a los
acostumbrados. La economía de mercado es un claro ejemplo de estos, y eso trajo
como consecuencia la existencia de dos grupos sociales: dominantes, formaban
parte de la menos cantidad de población, y los dominados, siendo estos en mayor
número poblacional y eran forzados a proveer de alimentos y productos a los
dominantes.
Uno
de los puntos de interés para Wachtel es el descenso demográfico que ocurre
durante el siglo XVI en América, sobre todo tras la llegada de los españoles a
los Andes. Como muestra de esto, nombra a México como muy vulnerable pues en
los años previos a la llegada europea, este país había aumentado su población y
probablemente eran capaces de abastecerse suficientemente.
Dentro
de los Andes tras una serie de censos realizados en 1560, se observa que
habitaban alrededor de 2.5 millones de personas. En el año 1590 se encuentra
alrededor de 1.3 y 1.5 millones de
habitantes en esta misma zona. Se encuentra entonces que la población es menos
que la mitad de lo que era en un primer momento.
Para
evaluar la variante demográfica, Wachtel estudio cuatro regiones de los Andes:
Huánuco, Huancayo, el valle de Yucay y Chucuito. En estas regiones se encontró
un descenso acelerado de la población, especialmente, entre los siguientes veinte
años de la conquista. Se halló también, un gran desequilibrio con respecto al
género y la edad de las personas. En la región de Chupachos en Huánuco, se
encontró con gran cantidad de niños y adolecentes entre la edad de cero y
quince años. Se encontró también, mayor número de mortandad masculina y mayor
población femenina adulta (esta realidad daría pie a la existencia de poligamia
dentro del espacio andino). Pero esta situación de desequilibrio se repara, poco
a poco, entre los años 1571 y 1603.
Existen
diversas causas para este caso de descenso demográfico: enfermedades como la
viruela y la rubeola afectaron fuertemente a la población indígena, también se
menciona que los abusos desde españoles a indios generaba en estos, suicidios e
incluso asesinatos de madres a hijos recién nacidos con el fin de librarlos de
la situación denigrante que enfrentaban.
Otro
aspecto tocado por el autor es la desestructuración económica. Durante el
imperio inca, se practicaba la reciprocidad y redistribución de productos y
esto regulaba el funcionamiento de la economía. El hecho de establecer la
capital de la colonia en Lima y la zona mas importante en Potosí, dejando de
lado el Cusco, generó confusión y desconcierto dentro de la población indígena.
Se produjo una serie de alteraciones respecto al control vertical de la
economía. El abandono de tierras por parte de indígenas con el afán de buscar
otras nuevas a su disposición y no esperar a repara la tierra usada.
Expropiación de tierras por españoles utilizando la violencia, especialmente
por encomenderos pues estos justificaban el cobro de tributos. Los tributos
establecidos fueron mucho mas exigentes y esta vez no solo eran productos,
también exigían el pago de estos en monedas de oro y plata, metales precisos
que antiguamente ejercían un significado sagrado mas no económico para la
población andina. Y hasta los curacas eran obligados a pagar estos tributos.
Con
respecto al cambio social los vínculos de reciprocidad sin degradados, esto
genera la desintegración de la sociedad tradicional. La autoridad ejercida por
los curacas se vuelve frágil pues también son sometidos por los españoles. Pero
sirven de intermediarios entre indígenas y españoles para beneficio de los
segundos, para esto utilizan su poder y se vuelven déspotas en el trato de los
ayllus. El comercio entre los dos grupos sociales era a través de los curacas y
estos guardaban para si las ganancias. Al principio los indios cañaris que
ayudaron a los conquistadores fueron beneficiados con tierras, yanas y cargo de
curaca. Pero al cabo de un tiempo también este poder se les fue quitado. Los
ingresos que recibían los curacas, dependían de la jerarquía que ejercían desde
tiempos del inca. Y estos no solo ayudaban a españoles por interés económico,
sino que eran amenazados de encarcelamiento por desobediencia. Por esta razón
se observa la degradación del poder de los curacas.
La
última característica que nombrara Wachtel es la extirpación de idolatrías. La
fe cristiana era justificada por los españoles como una verdadera fe y por esa
razón obligaron a los indígenas a tomarla como suya mediante medidas exageradas
y denigrantes para estos. Estas medidas forzaban a los indios a olvidas sus
cultos anteriores. Estos significaban, para los indígenas, la destrucción de su
mundo y daba paso al dominio completo de la sociedad a españoles. Para esta
evangelización, los españoles adoptaron centros sagrados de tiempos antiguos:
culto del sol. La evangelización era sinónimo de agresión para indígenas e
incluso en actos de sepultura.
Para
finalizar el ensayo se recalca que el proceso de conquista y dominio por parte
de los españoles en el espacio andino hacia los indígenas no fue un proceso
solo de una simple toma de territorio o explotación. Este vino con cambios
radicales para tradiciones muy antiguas y violencia, que causaron en los
indígenas traumas, que es posible que aun como herederos de la historia
conservemos. Los cambios que los españoles realizaron en poblaciones andinas
fueron en su mayoria psicológicos.
R.M.E.P
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